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San Vicente De Paúl

San Vicente De Paúl sacerdote vida biografia foto

San Vicente De Paúl

San Vicente De Paúl

Biografía




San Vicente de Paul fue un sacerdote francés. El santo del día 27 de septiembre es patrono de Madagascar, Richmond, de hospitales, leprosos, prisioneros y enfermos.

Vicente nació el 24 de abril de 1581 en la actual San Vicente de Paul. Aunque era muy inteligente, hasta los 15 años trabajo en campos y crió chanchos, para ayudar a su modesta familia campesina.

En el 1595 dejó su pueblo para ir a estudiar en el colegio franciscano de Dax, ayudado económicamente por un abogado de religión. Después de un breve en el colegio, por sus grandes resultados, el hombre que lo apoyo, lo acogió en su casa confiándole la educación de sus hijos.

Vicente recibió la orden menor el 20 de diciembre de 1596. Después se pudo inscribir a la Universidad de Toulouse por los cursos de teología.

El 23 de septiembre del 1600 con solo 19 años, fue ordenado sacerdote. Después continuó con los estudios de teología en Toulouse, donde se graduó en octubre del 1604.

Esperó inútilmente ser párroco, mientras tanto había perdido a su padre y su familia estaba en grandes problemas económicos. Para ayudarlos, el santo abrió una escuela privada que no tuvo resultado y lo lleno de deudas.

Hacia fines de julio del 1605, mientras viajaba por mar de Marsella a Narbona, la nave fue atacada por piratas turcos, y los pasajeros, junto a Vicente, fueron tomados prisioneros y vendidos a Túnez como esclavos.

Vicente como prisionero pasó por 3 patrones distintos. El último era un ex fraile que por amor al dinero se hizo musulmán.

La esclavitud duró 2 años, hasta que huyó de un barco junto a su último patrón, que nuestro santo convirtió. El 28 de junio del 1607 llegaron a Aigues-Mortes, al sur de Francia. En Aviñón, el ex fraile se reconcilió con la Iglesia Católica.

Vicente se quedo en Roma por 1 año entero y después fue a Paris. Logró asumir entre los capellanes de corte, pero con un sueldo muy bajo, que le permitió apenas de sobrevivir, sin poder ayudar a su mamá viuda.

Finalmente en el 1612 fue nombrado párroco de Clichy en las periferias de Paris. En ese momento de su vida ocurrió un encuentro decisivo con Pierre de Bérulle, quien lo acogió en su oratorio y le formó una profunda espiritualidad. A los 31 años, el padre Vicente empezó a ser profesor de catesismo y visitó a muchos pobres y enfermos.

Por recomendación de un prestigioso amigo sacerdote, Pedro de Berulle, posteriormente cardenal, entró en 1613 en la importante casa de los señores de Gondi como preceptor de los niños y posteriormente director espiritual de la señora.

Los viajes por las tierras de los Gondi llevaron a Vicente a un conocimiento de primera mano de las lastimosas condiciones de vida materiales y espirituales de los pobres y ricos . Esta experiencia y su propia evolución espiritual, le llevaron a un decisión irrevocable de dedicar su vida sacerdotal a la evangelización y redención de la población campesina y a la formación de sus sacerdotes.

A partir de esa decisión la vida de Vicente mantiene hasta su muerte a los ochenta años, en 1660, una línea constante de dedicación a la redención espiritual y material de los pobres.

Movilizó para ello a sacerdotes (Congregación de la Misión, Conferencias de los Martes), a hombres y mujeres de la nobleza, de la burguesía y del pueblo llano (cofradías parroquiales de caridad y Damas de la Caridad), a jóvenes campesinas (Hijas de la Caridad); a todos ellos intentó contagiar con su propia visión del Evangelio y su experiencia cristiana, basada en las palabras mismas de Jesucristo en el Evangelio de san Lucas: «El Señor me ha enviado a anunciar la Buena Noticia a los pobres, la liberación a los cautivos, la vista a los ciegos, la libertad a los oprimidos».

Después de dejar el castillo de los Gondi, San Vicente de Paúl fundó la Congregación de la Misión en 1625, gracias a una suma de dinero que los Gondi pusieron a su disposición el 17 de abril de ese año.

En 1633, junto con Luisa de Marillac, fundó la Compañía de las Hijas de la Caridad. Con Luisa a su lado, actuó como Superior General, presidiendo los frecuentes consejos, redactando una regla y resolviendo la base jurídica, un tanto revolucionaria, que haría de la Compañía una fuerza apostólica poderosa en los años venideros. Durante su vida, se erigieron más de 60 casas entre Francia y Polonia. Después, la Compañía llegó a ser una de las más grandes congregaciones de la Iglesia católica.

La Congregación de María se extendió no solo por Francia y Polonia, sino además por Italia, Irlanda, Escocia, Túnez y Madagascar, Argelia, las Hébridas y las Orkneys. Ejerció como Superior General de la Congregación hasta su muerte, celebrando reuniones regulares del consejo, escribiendo sus reglas, dirigiendo las asambleas generales y resolviendo cantidad de problemas fundacionales, como conseguir la aprobación de la Congregación por la Santa Sede, decidir si se debían hacer votos, determinar cuáles debían pronunciarse y cuál debía ser su contenido.

En el proceso de guiar a los grupos que fundó, Vicente mantuvo una profusa correspondencia de más de 30 000 cartas, de las que solamente se conserva un diez por ciento. Dio frecuentes conferencias a la Congregación de la Misión y a las Hermanas. Únicamente se conserva un pequeño número de ellas y éstas son simplemente referencias de los copistas sobre lo que él decía. También dio conferencias a las religiosas de la Visitación, confiadas a su cuidado por Francisco de Sales en 1622. Ninguna de éstas se conserva.

De 1628 en adelante se fue comprometiendo en la reforma del clero, organizando ejercicios para ordenandos, las Conferencias de los Martes y retiros para sacerdotes. Abelly nos dice que más de 12 000 ordenandos hicieron los ejercicios en San Lázaro. En los últimos 25 años de su vida se encargó de la fundación de seminarios para el clero diocesano, obra que describió como «casi igual» y en otras ocasiones «igual» a la de las misiones. Llegó a fundar veinte.

En 1638, se encargó de la obra de los niños expósitos. Más de 300 eran abandonados anualmente en las calles de París. Según los casos, asignaba un número de Hijas de la Caridad a la obra y tuvo 13 casas para recibirlos. Cuando, en 1647, esta obra estuvo en peligro, la salvó dirigiendo una elocuente llamada a las Damas de la Caridad para que vieran a los expósitos como a sus hijos.

A partir de 1639, Vicente comenzó a organizar campañas para socorrer a los que sufrían por la guerra, las plagas y el hambre. Uno de los ayudantes de Vicente, el Hermano Mateo Regnard, hizo 53 viajes, atravesando las filas del enemigo disfrazado, llevando dinero de Vicente para auxilio de los que se encontraban en zonas de guerra.

De 1643 a 1652 sirvió en el Consejo de Conciencia, cuerpo administrativo selecto que aconsejaba al rey en lo referente a la elección de obispos. Al mismo tiempo fue amigo y a menudo, consejero, de muchos de los guías espirituales de su tiempo. En el año 1648, luego de la guerra de los Treinta Años, tiene lugar la guerra de la Fronda como resultado de la cual la pobreza azotó cruelmente París y otras poblaciones de Francia.

De las consecuencias de la devastación de la Guerra de la Fronda, por ejemplo, se pueden encontrar relatos hechos a través de cartas a Vicente de Paúl, enviadas por los misioneros de la Congregación de la Misión – padres Paúles. Dicen ellos: «Acabamos de visitar 35 aldeas del decanato de Guisa donde encontramos cerca de 600 personas, cuya miseria es tan grande, que se lanzan sobre perros y caballos muertos, después incluso de que los lobos hayan saciado el hambre. Solamente en Guisa hay más de 500 enfermos resguardados en huecos y en cavernas, lugares más apropiados para albergar animales que personas humanas».

Los movimientos de insurrección se extendieron hasta 1653. Con cerca de 70 años de edad, Vicente de Paúl organizó ingentes programas de socorro que repartían sopa dos veces al día a miles de pobres en San Lázaro y alimentaban a miles más en las casas de las Hijas de la Caridad. Organizó colectas, llegando a recoger cada semana de 5 a 6 mil libras de carne, de 2 a 3 mil huevos y provisiones de ropa y utensilios.

El gran apóstol de la caridad murió en París, en la mañana del 27 de septiembre del 1660 a los 79 años. Una gran multitud de diferentes clases sociales participó a su funeral.

Fue beatificado el 13 de agosto de 1729, y canonizado el 16 de junio de 1737. El santo del día 27 de septiembre es patrono de Madagascar, Richmond, de hospitales, leprosos, prisioneros y enfermos.

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