Buenos días
En el Santo Evangelio de hoy, el Señor Jesús nos llama a prepararnos para las pruebas y armarnos de coraje y confianza en Dios:
“Ustedes tienen contados todos sus cabellos”.
El Señor nos anima a andar decididamente como discípulos suyos por el camino señalado por el mismo Cristo hasta alcanzar la perfección.
Dios nos promete que si lo ponemos en el centro de nuestras vidas, nuestra alma vivirá por siempre.
Por ello nos dice:
«No teman a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. Teman más bien a aquel que puede arrojar el alma y el cuerpo a la Gehena.»
Sus palabras son una invitación a ir contra corriente, sin temor, sin dejarnos dominar por una sociedad que no sabe dónde ir, porque vive de espaldas a Dios y a sus promesas de eternidad.
Nosotros estamos llamados a vivir intensamente la vida evangélica con confianza, animándonos a ir a más, porque el Señor de la historia está con nosotros.
Cristo nos advierte sobre los asesinos del alma, a saber muchos falsos profetas que se levantarán y conducirán a muchos extraviados.
Entonces debemos temer no a los que pueden dañarnos robándonos nuestros bienes materiales, o haciéndonos daño físico, sino a los que enseñan a pecar, o confunden, como hizo la serpiente con Adán y Eva, diciendo que lo que ofende a Dios, lo que es pecado, está bien.
Debemos unirnos fuertemente a las enseñanzas de Cristo, y no confundirnos con tantas leyes anti católicas que hoy están aprobando los gobiernos del mundo, y que van contra la ley de Dios promoviendo el aborto, el matrimonio homosexual, la eutanasia y tantas cosas que van contra la naturaleza.
Creer a los falsos profetas, a los que nos dicen que estas cosas están bien, y no ofenden a Dios, nos puede llevar a la condenación eterna, a eso tenemos que tener miedo, según nos enseña el Señor.
Dios nos ha dicho que escuchemos a su Hijo. Al rigor del Evangelio de Su Hijo, es decir, lo que en palabras de San Vicente de Lerins, aquello que se cree desde siempre y en todas partes y por todo el mundo, porque es lo que salvará a las almas.
Cualquier «rebaja» del rigor del Evangelio de Cristo, ya sea en nombre de la erudición moderna o, a la luz de una supuesta «nueva comprensión más profunda o por misericordia», no sólo lo reduce a un evangelio humano sino que hace gran daño espiritual a las almas.
También te puede interesar: La Oración de cada sábado a María.
Por lo demás, no tenemos que temer. Cristo lo dice claramente:
“No teman a nada porque valen más que los pájaros del cielo”.
Pidamos vivir esta invitación que Jesús nos hace a unirnos fuertemente a su evangelio, y así a no tener miedo, y proclamar a en pleno día y en todo el mundo, que Jesucristo es el Señor de la historia y es el Salvador de los hombres:
El único salvador de los hombres.