Comentario del Evangelio, San Juan 20: 11-18 CATOLICO

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En el Evangelio de este día de la Octava se nos remite a un momento:

La Resurrección, porque la Octava es toda la fiesta de un único día, que podríamos definir diciendo todo es Pascua.

María Magdalena estaba llorando junto al sepulcro y aparece el Señor.

Ella lo ve pero no lo reconoce, se da cuenta de que es Jesús sólo cuando Él la llama por su nombre. Nos hace considerar que Jesús está siempre presente a nuestro lado ayudando para que encontremos el rumbo que nos haga descubrir la Pascua, la Vida, la Resurrección.

Sucede que nos hemos acostumbrado a pensar que la resurrección es algo que nos espera después de nuestra muerte, pero no es así.

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Hoy es la Resurrección perenne a la que nos impulsa el Espíritu Santo, que nos da plena libertad”

Sí, es la Resurrección la que hace que nuestra vida encuentre y desarrolle su auténtico sentido.

Es por ello que no podemos dejar de proclamar la Pascua. Ella es salvación para todos los hombres. María Magdalena ha visto al Señor y lo proclama con fuerza: “He visto al Señor”.

Con ella, todos los cristianos estamos anunciar la alegría de un Dios que no es de muertos, ni de tristes, ni de violentos, sino un Dios de vida, de alegría y de paz.

Que Dios los bendiga en esta Pascua.