Oración eucarística para transformar nuestras almas

1053

¡Oh Corazón eucarístico, oh amor soberano del Señor Jesús, que has instituido el Santísimo Sacramento para permanecer acá abajo en medio de nosotros, para dar a nuestras almas Tu Carne como alimento y Tu Sangre como celestial bebida!

Nosotros creemos firmemente; ¡oh Señor Jesús!, en este amor sumo que instituyó la Santísima Eucaristía, y aquí delante de esta Hostia es justo que adoremos este amor, que lo confesemos y lo ensalcemos como el gran centro de la vida de Tu Iglesia.

Este amor es para nosotros una invitación apremiante, para que Tu nos digas: ¡Miren cuánto los amo!

Dando mi Carne como alimento y mi Sangre como bebida, quiero con este contacto despertar su caridad y unirlos a mi; quiero llevar a cabo la transformación (de sus almas en mí, que soy el crucificado, en mí, que soy el pan de la vida eterna; denme, pues, sus corazones, vivan de mi vida, y vivirán de Dios.

Nosotros lo reconocemos, ¡oh Señor!, tal es el llamamiento de Tu Corazón eucarístico, y te lo agradecemos, y queremos, sí, queremos corresponder a él. Otórganos la gracia de empaparnos bien de este amor sumo, por el cual, antes de padecer, nos diste a tomar y a comer Tu sagrado Cuerpo.

Graba en el fondo de nuestras almas el propósito firme de ser fieles a esta invitación. Danos la devoción y la reverencia necesarias para honrar y recibir dignamente el don de Tu Corazón eucarístico, este don de Tu amor final.

Así podamos nosotros con Tu gracia celebrar de modo efectivo el recuerdo de Tu Pasión, reparar nuestras ofensas y nuestras frialdades, alimentar y acrecentar nuestro amor a Ti, y conservar siempre viva en nuestros corazones la semilla de la bienaventurada inmortalidad.

Amén.

CONOCE Y REZA CON LA GUIA DE ADORACION EUCARISTICA AQUI