1- Recuerda que cuando salgas de esta tierra, no puedes llevar contigo nada de lo que has recibido, sólo lo que has dado: un corazón pleno, enriquecido por el servicio honesto, el amor, el sacrificio y el coraje.
2- El que trabaja con sus manos, su cabeza y su corazón, es un artista.
3-Si tú, siervo de Dios, estás preocupado, debes recurrir inmediatamente a la oración y postrarte ante el Señor hasta que te devuelva la alegría.
4- No peleen entre sí y con los demás, sino traten de responder humildemente diciendo, “Soy un siervo inútil”.
5- Todos los hermanos deben predicar a través de sus obras.
6-Bienaventurado el siervo a quien lo encuentran en medio de sus inferiores con la misma humildad que si estuviera en medio de sus superiores.
7-Todo el bien que hagamos, hay que hacerlo por amor a Dios, y el mal que evitemos hay que evitarlo por amor de Dios.
8-Luchemos por alcanzar la serenidad de aceptar las cosas inevitables, el valor de cambiar las cosas que podamos y la sabiduría para poder distinguir unas de otras.
9-Hemos sido llamados para curar las heridas, para unir lo que se ha venido abajo y para llevar a casa a los que han perdido su camino.
10-No herir a nuestros humildes hermanos es nuestro primer deber para con ellos. Tenemos una misión más alta: prestarle servicio cuando lo requieran.
11-Lo único que se logra en la vida sin esfuerzo es el fracaso.
12-Mientras que tú estás proclamando paz con tus labios, ten cuidado de tenerlo aún más plenamente en tu corazón.
13-Señor, hazme un instrumento de tu paz. Donde hay odio, déjame sembrar amor.
14-Las obras que tu haces pueden ser el único sermón que algunas personas oirán hoy.
15-Bienaventurado el siervo que ama a su hermano tanto cuando está enfermo como inútil como cuando está bien y para servirle. Y bienaventurado es el que ama a su hermano también cuando está lejos como cuando está a su lado, y que no diría nada detrás de su espalda que no podría, en el amor, decir delante de su cara.
San Francisco se Asís, fue un humilde servidor de Dios que lo dejó todo para seguir al Señor, se preocupó mucho por la Santidad de los demás y de todos los hermanos, realizaba muchos Sacrificios y ayunos. Sus escritos estan llenos de una santa humildad y obediencia a la Iglesia. Un Laico comprometido que Amó al Señor más allá de sus propios límites.
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Una simple oración para cortar con el malhttps://t.co/FKS2lHDVqp— Santa Virgen María (@santavirgenSVM) October 2, 2017