Buenos días.
El Santo Evangelio de hoy nos remite a los momentos de la Última Cena.
Jesús claro y transparente con los suyos les dice que sabe lo que viene para él, que llega su hora, y que sabe que ellos se dispersarán pero que no quedará sólo porque sabe que el Padre está con Él.
Es más: les he dicho estas cosas para que tengan paz en mí. En el mundo tendrán tribulación. Pero ¡ánimo!: yo he vencido al mundo”.
Cuando los discípulos agradecen que ya no hable con parábolas y sea claro, en realidad todavía no entienden a fondo lo que les dice el Maestro y, más, los hechos mostraran que lo traicionarán, lo negaran, lo abandonaran y sufre por ello: “ustedes se van a dispersar, cada uno por su lado, y me van a dejar solo”.
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Pero, Jesús conoce sus debilidades y no lo echa en cara, sino que los pone en alerta de que van a tener dificultades y tendrán que sufrir, pero ellos no deben desanimarse porque verán que: “Yo he vencido al mundo”.
Nada en el mundo, ni siquiera nuestras miserias y traiciones puede separarnos de Dios. Él quiere estar con nosotros y pone todo de sí para que con su luz y verdad podamos nadar contra corriente.
Muchas son las adversidades de la vida, pero ellas no deben ser causa para bajar los brazos, sino ocasiones para unirnos más a Él.
! OH JESUS PADRE OMNIPOTENTE TU PALABRA ES FE Y AMOR GRACIAS DIOS MIO, PADRE MIO..AMEN Y AMEN!