La oración para pedir ser misericordiosos escrita por santa María Faustina
Oh Señor, deseo transformarme toda en Tu misericordia y ser un vivo reflejo de Ti.
Que este supremo atributo de Dios, es decir su insondable misericordia, pase a través de mi corazón al prójimo.
Ayúdame, oh Señor, a que mis ojos sean misericordiosos, para que yo jamás recele o juzgue según las apariencias, sino que busque lo bello en el alma de mi prójimo y acuda a ayudarla.
Ayúdame, oh Señor, a que mis oídos sean misericordiosos para que tome en cuenta las necesidades de mi prójimo y no sea indiferente a sus penas y gemidos.
Ayúdame, oh Señor, a que mi lengua sea misericordiosa para que jamás hable negativamente de mis prójimos sino que tenga una palabra de consuelo y perdón para todos.
Ayúdame, oh Señor, a que mis manos sean misericordiosas y llenas de buenas obras para que sepa hacer sólo el bien a mi prójimo y cargue sobre mí las tareas más difíciles y más penosas.
Ayúdame, oh Señor, a que mis pies sean misericordiosos para que siempre me apresure a socorrer a mi prójimo, dominando mi propia fatiga y mi cansancio.
Ayúdame, oh Señor, a que mi corazón sea misericordioso para que yo sienta todos los sufrimientos de mi prójimo.
Que Tu misericordia, oh Señor mío, repose dentro de mí” .
A través de la oración el alma se arma para enfrentar cualquier batalla. En cualquier condición en que se encuentre un alma, debe orar.
Tiene que rezar el alma pura y bella, porque de lo contrario perdería su belleza; tiene que implorar el alma que tiende a la pureza, porque de lo contrario no la alcanzaría; tiene que suplicar el alma recién convertida, porque de lo contrario caería nuevamente.
Tiene que orar el alma pecadora, sumergida en los pecados, para poder levantarse y no hay alma que no tenga el deber de orar, porque toda gracia fluye por medio de la oración»
#DivinaMisericordia
INVOCACIONES A LA DIVINA MISERICORDIAhttps://t.co/tSRzJimg5m— Santa Virgen María (@santavirgenSVM) April 23, 2017