La cuaresma es un tiempo para arrepentirnos de nuestros pecados y de cambiar algo de nosotros para ser mejores y poder vivir más cerca de Cristo.
Cuarenta días que comenzaron con el Miércoles de Ceniza y termina antes de la Misa de la Cena del Señor del Jueves Santo. A lo largo de este tiempo, sobre todo en la liturgia del domingo, hacemos todo lo que con oración, ayuno y gracia de Dios nos transforme en verdaderos hijos de Dios que lo reconocemos como el centro de nuestra vida.
Esta es una oración que expresa lo que un corazón convertido con todo el amor le dice a Jesús:
Desde que era niño, me has guiado; me has seguido, en mis primeros pasos, en mis primeras palabras. Has secado mis lágrimas.
Estabas a mi lado cuando sonreía, y cuando caía, me alzabas.
Estabas a mi lado cuando a mi lado no estaba ninguno.
Cuando la noche llegaba en pleno día, Tu eras mi luz.
Cuando crecía, me recordabas de permanecer pequeño.
Esta es mi oración para Ti…
Que no pide nada a cambio, a quien me lo ha dado todo.
Tu mi amigo, hermano y Padre…
Mi gran confidente, Tu que me has dado a Tu Madre para que sea ahora la mía. Y me llamas hermano e hijo.
Tu que sufriste por mí y sé que cuando las lágrimas empapaban tu rostro, yo era una de ellas y ahora quisiera secarlas con mi agradecimiento.
Sé que en el dolor de tus heridas yo estoy.
Y cuando desde lo alto de la cruz veías al mundo, aquello que tu has creado y amado, sé que me ves a mí también.
Y si para Ti vale la pena, quisiera curar una de tus heridas con mi agradecimiento.
Y si mañana te encontrase, quisiera decirte solo aquello que no te he dicho tanto o te lo he dicho mal…Gracias.
Por todo lo que has hecho por mí, y por aquello que en el día me permitiría estar a tu lado con esta oración…
Renuevo mis …gracias!
Gracias Señor por este tiempo de muerte y resurrección!
Amén
Puedes encontrar aquí también:
#Flechadeoro #DevociónalSantoRostrodeJesús #Oraciónhttps://t.co/rHnSRJvlrY
— Santa Virgen María (@santavirgenSVM) March 1, 2017