Comentario del Evangelio, San Marcos 6,30-34 CATOLICO

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“Jesús vio una gran muchedumbre y se compadeció de ella, porque eran como ovejas sin pastor, y estuvo enseñándoles largo rato.”

Decía San Bernardo: “Nos encontrábamos postrados paralizados en nuestra camilla, incapacitados de llegar hasta la majestad de Dios. Por esto, Nuestro Buen Salvador y médico de nuestras almas ha bajado de su altura …”

Cómo ovejas sin pastor, es la expresión que nos trae el Evangelio. Una expresión contundente, una figura que nos muestra cuán desamparados estamos si nos alejamos de Dios.

Sin Dios en el centro de nuestras vidas somos como huérfanos que no saben donde refugiarse ni de donde obtener el sustento. El Señor sabe esto y esta dispuesto a enseñarnos por horas.

Debemos formarnos en la fe, porque esa es la guía que da sentido a nuestras vidas. En la fe encontramos a Cristo el buen pastor que nos llevará por buen camino y protegerá de todos los peligros que amenazan a nuestra alma.

Por ello es muy importante que todos los católicos conozcamos bien el catecismo de la Iglesia, libro que gracias a San Juan Pablo II nos enseña con sencillez todas las verdades fundamentales de la fe. También existen versiones gratuitas on line de fácil consulta.

Decía el Santo Cura de Ars, para resaltar la importancia de la formación:

“… una persona instruida en la fe puede perderse con toda clase de malos caminos, pero podemos esperar siempre que regresará al Buen Dios tarde o temprano, aun cuando sea la hora de su muerte.

Una persona que no está instruida en su religión es como un enfermo agonizando, no conoce la gravedad del pecado, ni la belleza de su alma, ni el valor de la virtud, va arrastrándose de pecado en pecado.”

Esta afirmación del gran Santo del confesionario, es muy fácil de comprobar. Basta ver cómo a nuestro alrededor las personas que no conocen la fe católica caen fácilmente en vicios, abusos, drogas y continuamente se encuentran deprimidos por las frustraciones que el mundo les impone.

En cambio en Cristo la vida es alegría, sencillez, sobriedad y una esperanza luminosa que llena de sentido nuestras vidas.

Pidamos al Señor la Gracia de formarnos todo lo posible, y pongamos de nosotros siempre un poco más de nuestro tiempo para ese fin. Recordemos siempre que el Señor se ha compadecido de nosotros, y espera para enseñarnos largo rato.

Que así sea.

2 Comentarios

  1. es hermoso poder comprenderel evangelio llena el alma y el corazon dios y maria los bendiga muchas gracias

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