Muy buenos días.
El Evangelio de hoy, nos muestra a un Cristo que derrama el amor de Dios hacia los enfermos. Él vino a la tierra a curarnos de todos los males.
San Marcos hoy nos muestra la escena de la curación de Jesús a un hombre que tenía la mano paralizada.
Jesús se enfrenta a la testarudez de los fariseos, una secta que había surgido años antes de su venida a la tierra, en medio del Pueblo de Dios.
¿Quiénes eran los fariseos? Un grupo de judíos que tenían una actitud exagerada al observar la ley de Dios escrupulosamente, pensando que Dios les tendría presente este espíritu de obediencia, y que por ello iba a salvar a su pueblo.
Ellos confiaban en sus obras, de tal manera que perdían la humildad, se sentían santos frente a Dios. Se sentían mejores que los demás y los despreciaban. (San Lucas 18:9 y ss)
El Señor Jesús cuestiona a los fariseos su desvío, haciéndoles esta pregunta:
«¿Está permitido en sábado hacer el bien o hacer el mal, salvar una vida o perderla?»
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Jesucristo da una respuesta que establece la medida justa para el verdadero cumplimiento de la ley.
Con ello Cristo libera de una una pesada carga a las personas sencillas, «los pobres de Yaveh», que hacen lo que pueden, pero confían enormemente en Dios. Aquellos que sin ser doctores de la ley, saben que Dios los ama y busca su bien. (Sofonías 3:11-12 – Salmo 91).
Y a la misma vez, el Señor pone en evidencia el egoísmo de los fariseos, que se escudaban en la letra de la ley, para violar el espíritu de la ley de Dios. En realidad haciendo así, los fariseos desobedecían la voluntad de Dios.
En el mandato de Jesús están claras las prioridades, cumplan el descanso semanal que Dios ordenó para su bien, pero no hagan de esto una excusa para faltar a la caridad.
Pidamos al Señor nos de la gracia de estar atentos a nunca poner nuestras rutinas humanas por delante del amor al prójimo, que nos abre la puerta al amor a Dios. (1° carta de San Juan 4:20).
Bendiciones.
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Lecturas Católicas Miércoles 18 de Enero 2017https://t.co/CvAac06UEK— Santa Virgen María (@santavirgenSVM) January 18, 2017
Presbítero Daniel Cirrincione
El Padre Daniel desde hace 19 años es sacerdote en la prelatura del Opus Dei, y doctor en Derecho Canónico. Ha desarrollado una intensa y variada labor pastoral, con gente de toda condición, edades y situaciones.
Gracias señor por sanar mi corazón. Ayúdame a entender tu palabra y servirte como tu quieras.
Gracias y bendito mi Padre Dios por este amanecer con mi hija y la fe puesta en el
Gracias Señor Jesus porque escuchas nuestras peticiones , Bendito y alabado seas por siempre Amen
Gracias Señor Jesus por todo tu amor y misericordia Amen