Dios eterno y todopoderoso, Señor, Padre celestial, vuelve tu mirada misericordiosa hacia nuestro llanto, nuestras miserias y nuestras penas.
Ten piedad de todos los cristianos, para los que tu hijo único nuestro Señor bien amado y salvador Jesucristo, entregó su propia voluntad en manos de los pecadores, y derramó su preciosa sangre sobre la Santa Cruz
Por Jesucristo nuestro Señor, libramos de todas nuestras penas, de los peligros presentes y futuros, de los rencores, las guerras y las armas, del hambre, de los momentos de angustia y de miseria.
En tu bondad, ilumina y fortalece a nuestros sacerdotes y obispos, para que con sus acciones puedan participar de tu Gloria divina, de nuestra salvación, de la paz y del bien de toda la Cristiandad.
Concédenos Señor la paz, una justa unidad en la fe, sin divisiones, ni distancias, orienta nuestros corazones a una verdadera penitencia y purificación de nuestra vidas.
Enciende en nosotros el fuego de tu amor, danos hambre y sed de tu Justicia,
para que como hijos obedientes, podamos alegrarte con nuestra vida y en la hora de nuestra muerte.
Te rogamos, oh Dios Padre, que se haga tu voluntad, en nuestros amigos y enemigos, en personas de buena salud y enfermas, en todos los cristianos afligidos y atribulados, en los vivos y en los difuntos, en nuestros trabajos y actividades, en nuestra vida y en nuestra muerte.
Ayúdanos a beneficiarnos de tu Gracia en este mundo, y que vayamos allá donde estén todos tus elegidos, para alabarte, honrarte y glorificarte junto a ellos.
Concédenos esto, Oh Señor, Padre nuestro Celestial, por tu hijo Jesucristo que vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo, Por los siglos de los siglos.
Amén
Oración de San Pedro Canisio, la oración favorita del papa emérito Benedicto XVI, (según el declaró en el reciente libro ‘Últimas conversaciones’, resumen de distintas entrevistas concedidas, ante y después de su renuncia, al periodista Peter Seewald)
Lee la apasionante vida de San Pedro Canisio:
Fue un teólogo jesuita holandés, predicador, escritor, Doctor de la Iglesia, llamado “el segundo evangelizador de Alemania” (el primero siendo San Bonifacio). Su nombre en su lengua nativa es Pedro Kanjis, que llevado al latín se dice: Canisius.
Se lo recuerda como el “Martillo de los herejes” por la claridad con que demolía los errores de los protestantes, entre los iniciadores de la prensa Católica. Su lema en la apologética fue “no hieran, no humillen, pero defiendan la religión con toda su alma”.
Fue uno de los primeros jesuitas devotos al Corazón de Jesús, se sintió impulsado a buscar a Cristo en el Santísimo Sacramento luego de sus últimos votos y a agradecerle al Cristo presente por la gracia que había recibido de Su Sagrado Corazón de posibilitarle continuar su misión en Alemania…Lee la vida completa aquí
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— Santa Virgen María (@santavirgenSVM) January 16, 2017
Señor jesus saname dame esa sangre hermosa sacame de las tinieblas
Amé. Bendiciones.