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Bajo tu amparo nos acogemos

La oración más antigua a la Virgen.

Bajo tu amparo nos acogemos, santa Madre de Dios; no deseches las oraciones que te dirigimos en nuestras necesidades, antes bien líbranos de todo peligro, ¡Oh Virgen gloriosa y bendita!

Amén.

El Origen de este hermosa oración:

Un papiro egipcio

El clima extremadamente seco de la mayor parte de Egipto ha hecho que se conserven muchos fragmentos de antiguos papiros con milenarios textos en griego y en copto.

Uno de estos papiros, descubierto cerca de la antigua ciudad egipcia de Oxirrinco, contenía una plegaria a la Virgen que continuamos rezando hoy en día, la oración «Sub tuum praesidium» (bajo tu amparo nos acogemos).

La versión latina es:

Sub tuum praesidium confugimus, Sancta Dei Genitrix.
Nostras deprecationes ne despicias in necessitatibus nostris,
sed a periculis cunctis libera nos semper, Virgo gloriosa et benedicta.

Esta oración aún hoy se reza, y resulta impresionante rezarla, sabiendo que los cristianos la rezaban, por lo menos, en el año 250 d.C

El origen teológico de esta oración es el dogma de la Theotokos, las entrañas misericordiosas de la Santa Madre de Dios.

A nosotros la oración nos ha llegado por la tradición de la Iglesia, pero el hallazgo del papiro nos permite tener la certeza histórica de que ya los primeros Cristianos alimentaban una gran devoción a María.

Esta es una oración que se reza desde siglos en todo la iglesia universal, en tantos países y tradiciones, que es una gran muestra de que en el corazón de nuestra fe, está el entrañable amor a la Madre de Dios.

Renovados por este testimonio, renovemos nuestra confianza en nuestra Santa Madre, para que su intercesión siempre providente, nos lleve al Sagrado Corazón de Jesús, fuente eterna de salvación para todos y cada uno de nosotros!

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