El 24 de Octubre celebramos el día de la Madre de Dios, Alegría de los Afligidos, es un icono de origen ruso que da consuelo y de ayuda generosa a todo aquel que sufre, y pide con fe. Es una llamada para convidar a los demás las gracias que nos manifiesta Nuestra Señora, de compartir su alegría.
Alivia nuestros dolores, da paz a nuestros corazones, sana nuestros cuerpos enfermos, danos fuerza y alegría en las dificultades. Madre buena, ten piedad de nosotros!
Ven y quédate con nosotros, socórrenos en la juventud y también en la vejez. Ayuda a los que sufren frío y desnudez. Da alimento a los hambrientos y acompáñanos en este caminar hacia la Gloria del Cielo. Amén
MADRE DE DIOS ALEGRIA DE LOS AFLIGIDOS
La festividad del Santo Icono “Alegría de Todos los Afligidos” es celebrada el 24 de Octubre
Las partes esenciales son: en el centro en una madorla, la Madre de Dios de pie, con Jesús en el brazo izquierdo. A veces también se representa sin el Niño.
Por encima de ellos en una aureola formada por nubes, Dios Padre rodeado de ángeles.
A ambos lados de María se encuentran enfermos que generalmente levantan en una de sus manos un pergamino en donde expresan sus súplicas.
Las crónicas nos dicen que el icono se encontraba desde 1643 en la iglesia de la Transfiguración (destruida en 1961). Toma notoriedad en 1688 tras una curación espectacular. La hermana del Patriarca Joaquín, Eutimia, padecía una llaga incurable.
A punto de morir, envió una ferviente oración a la Virgen. Llena de sorpresa escuchó una voz que le pedía hacer llevar el icono de la Virgen Alegría de todos los afligidos» al sacerdote de la iglesia vecina. La mujer hizo como se le indicaba.
El sacerdote se llevó el icono y celebró la misa. Era el 24 de octubre, día en que se celebra la fiesta del icono hasta nuestros días.
Los testimonios de la ayuda de la Madre de Dios bajo esta advocación son innumerables. Cada ciudad de Rusia posee una copia.
En 1711 el icono o una copia fue llevada a San Petersburgo, donde la luego emperatriz Isabel Petrovna le hizo construir una iglesia rodeada de un hospital y un orfanato.