Icono del sitio Santa Virgen Maria

ORACION A NUESTRA SEÑORA DEL BUEN REMEDIO

ORACION A NUESTRA SEÑORA DEL BUEN REMEDIO


Oh  Nuestra Señora del Buen Remedio que vienes en ayuda de todos los que te llaman, extiende a nosotros tu protección maternal. Dependemos de Ti, Oh querida Madre, como hijos sin ayuda y necesitados dependen de una madre tierna y cuidadosa.

Tu que eres fuente de ayuda inefable, permite que podamos obtener las gracias que necesitamos. Toca los corazones de los pecadores, a fin de que puedan buscar la reconciliación y el perdón.

Conforta a los afligidos y a los solitarios, ayuda a los pobres y a los que perdieron la esperanza; ayuda a los enfermos y a los que sufren. Para que puedan ser curados del cuerpo y alma, y fortalecidos en espíritu para soportar sus sufrimientos con paciente resignación y fortaleza cristiana.

Ayúdanos con tus oraciones e intersección a encontrar remedio para nuestros problemas y necesidades, especialmente para… (Colocar aquí la intención).

Quédate siempre presente junto a nosotros, para que a través de tu intersección, podamos gozar de salud de cuerpo, de paz de espíritu y crecer en la Fe y en el amor a tu Hijo Jesús. Ruega por nosotros!

Amén.

NUESTRA SEÑORA DEL BUEN REMEDIO

Según una tradición de la Orden de los trinitarios del siglo XVI ; en un momento en que san Juan de Mata se encontraba haciendo una redención, no podía rescatar a todos los cristianos, pues le hacía falta dinero.

Se encomendó a la Madre de Dios y ella misma, se le apareció en persona y le entregó una bolsa de monedas con las que pudo comprar a todos los esclavos y luego darles la libertad en tierras cristianas.

Una leyenda más tardía, asegura que fue la misma Virgen quien le ofreció a san Juan de Mata y a san Feliz de Valois el escapulario de la Orden de la Santa Trinidad.

Independientemente de lo subjetivas que puedan llegar a ser estas leyendas, han sido ellas las que han marcado en gran parte la iconografía de la Virgen del Remedio.

Cuando comenzó la batalla de Lepanto, en muchos santuarios y varias advocaciones fue invocada la Virgen María para que intercediese ante Dios en favor de la Cristiandad amenazada por los turcos, la más popular de todas es la de Nuestra Señora del Rosario, cuya celebración es el 7 de octubre.

Obviamente los trinitarios valencianos y sus amigos y bienhechores, se encomendaron a su patrona: la Virgen del Remedio.

Don Juan de Austria, general de las tropas cristianas, el día 7 de octubre de 1571, momentos antes de dar la batalla a los turcos en el golfo de Lepanto, y por indicación de Miguel de Moncada, virrey de Valencia y patrón del convento trinitario, invocó a la Virgen del Remedio. Al obtener la victoria, agradeció a la Virgen, donando 200 doblas de oros y una riquísima aljuba turca al convento de los trinitarios.

[masterslider id=»4″]
Salir de la versión móvil