Cercanía y fraternal abrazo, querido lector. Si estas pasando por el duro trance de haber perdido un ser querido, o recuerdas en tu pasado esos momentos, esta pequeña reflexión y la oración que le sigue, pueden ayudarte mucho, con la Gracia de Dios.
Son los momentos donde la Fe no hace un poco la diferencia, sino toda la diferencia. Si el alma no fuera eterna, y no creyéramos en la resurrección, vana sería nuestra fe! Sean nuestras oraciones con todos nuestros seres queridos que se encuentran en tránsito a la casa del Padre, y pidamos a ellos que intercedan por nosotros!
La Vida es una gran Gracia, pero mayor lo es la libertad, sea nuestra libertad el decir Si, y ese Si presente en nuestra vida y nuestra oración, para que veamos con los ojos de Dios, lo que nuestra pequeñez no puede sino ver con dolor y tristeza!
Así participaremos en comunión, en los dolores de nuestros hermanos, y en la alegría por las almas que se unen al Señor!
ORACION POR LA MUERTE DE UN SER QUERIDO
¡Oh Jesús, único consuelo en las horas eternas del dolor, único consuelo sostén en el vacío inmenso que la muerte causa entre los seres queridos!
Tú, Señor, a quién los cielos, la tierra y los hombres vieron llorar en días tristísimos; Tú, Señor, que has llorado a impulsos del más tierno de los cariños sobre el sepulcro de un amigo predilecto; Tú, ¡oh Jesús! que te compadeciste del luto de un hogar deshecho y de corazones que en él gemían sin consuelo; Tú, Padre amantísimo, compadécete también de nuestras lágrimas.
Míralas, Señor, cómo sangre del alma dolorida, por la perdida de aquel que fue deudo queridísimo, amigo fiel, cristiano fervoroso, o que sin serlo tanto, dirigió a ti su última esperanza a la hora de dejar esta tierra.
¡Míralas, Señor, como tributo sentido que te ofrecemos por su alma, para que la purifiques en tu sangre preciosísima y la lleves cuanto antes al cielo, si aún no te goza en él!
¡Míralas, Señor, para que nos des fortaleza, paciencia, conformidad con tu divino querer en esta tremenda prueba que tortura el alma!
¡Míralas, oh dulce, oh pidadosísimo Jesús! y por ellas concédenos que los que aquí en la tierra hemos vivido atados con los fortísimos lazos de cariño, y ahora lloramos la ausencia momentánea del ser querido, nos reunamos de nuevo junto a Ti en el Cielo, para vivir eternamente unidos en tu Corazón.
Amén.
ORACION DE SANACION PARA LIBRARNOS DE LA DEPRESIONhttps://t.co/EHyGWS7g9m
— Santa Virgen María (@santavirgenSVM) May 23, 2017