Los Apóstoles dijeron al Señor:
«Auméntanos la fe».
Esta petición que en el Evangelio de hoy le hacen los discípulos a Jesús, también se la hacemos nosotros: “Señor, dame más fe, ayúdame a creer más”.
Creyendo, con fe es, en el fondo, como se da sentido a la vida.
En realidad, le pedimos al Señor que nos ayude a vivir la vida con fe, a entender las cosas que pasan en nuestro mundo con una mirada de fe, a descubrirlo a Él detrás de cada suceso.
También te puede interesar: LA HISTORIA DEL SANTO ROSARIO
Y cuando la pedimos lo que hacemos es buscar madurar, dejando atrás una fe de niños para tener una fe de adultos.
Sabe Dios que nos cuesta creer y es por eso que Jesús decía que la fe es el milagro de los milagros en el corazón de las personas. “Si tuvieran fe como un granito de mostaza…”.
El Señor nos dice que confía en nosotros, confiemos en Él.
La fe en Jesucristo es para vivirla, para vivir la vida. Vivir con fe es descubrir a Dios como compañero de la vida, que nos ayuda a confiar en que las cosas pueden ser mejores y a poner todo nuestro empeño en ello.
Vivir con fe es saber afrontar las dificultades, el dolor, las frustraciones y el mal en el mundo con una esperanza y un ánimo muy grande, ya que Jesús también pasó por ello y le dio un sentido nuevo, un sentido de resurrección.
Dejarnos guiar por la fe es vivir felices, vivir aliviados y no cargados, vivir libres y comprometidos.
Alimentar nuestra vida desde la fe es mirar el mundo con los ojos de Dios. Es descubrir así que detrás de cada situación de injusticia y de dolor puede haber esperanza, puede haber fe, nuestra fe; ese es el gran milagro de Dios de cada día.
Así la fe es confianza. El creyente que cree en Dios, confía en su palabra y sabe que Dios no va a fallar.
Cada domingo la fe se hace Eucaristía.
Que a la hora de acercarnos a recibir la Hostia Santa digamos: auméntanos la fe, con el compromiso de hacer que esta virtud guíe nuestras vidas.
No olvidemos que los cristianos somos la sal de la tierra y la luz del mundo porque llevamos la fe allá donde vamos, porque sabemos descubrir a Dios por los rincones de la vida.
¡Feliz domingo!
LEE TAMBIÉN el EVANGELIO DEL DÍA, y las lecturas del día.
Lee también: LAS 15 PROMESAS PARA EL QUE REZA EL ROSARIO.
Presbítero Daniel Cirrincione
El Padre Daniel desde hace 19 años es sacerdote en la prelatura del Opus Dei, y doctor en Derecho Canónico. Ha desarrollado una intensa y variada labor pastoral, con gente de toda condición, edades y situaciones.
Gracias mi Dios por hacerme leer tu palabra a primera hora, aumenta mi fe Señor como ese granito de mostaza para no caer en el momento de la desesperación , dame sabiduría para entender tu palabra amén