¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas!
Muy buen lunes para cada uno y sus familias
El evangelio de los próximos tres días trae como punto central las fuertes críticas que Jesús hace a los doctores y a los fariseos: Les llama hipócritas y su enojo se convierte en dolor porque los considera una plaga difícil de curar, de allí su “ay”. Y meditar en estos reproches me hace pensar y dolerme de ese hombre, muchas veces hipócrita que hay dentro de mí.
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Los “ay” que tiene el pasaje evangélico de hoy nos pueden ayudar a descubrir, si en nuestra vida llevamos un disfraz, como el del hipócrita del teatro griego, que haga de nuestra vida una pura actuación, y de nosotros un“personaje”, que oculta su verdadero ser.
Vayamos al examen de conciencia con valor, para descubrir que hay de doble vida en nosotros, y si encontramos algo de hipócrita, busquemos una profunda reforma de vida, a través de la conversión.
Jesús no corrige por gusto de prohibir, sino por nuestro bien. El es Maestro, consejero y guía.
Como dice Francisco “la corrección es un estímulo cuando también se valoran y se reconocen los esfuerzos” (Francisco, Exhortación apostólica Amoris Laetitia, n. 269).
El sentir la corrección de Dios es la enseñanza que nos ayuda a prevenir el error en el futuro. Consecuentemente, es beneficio para mejorar.
Qué buen propósito es no revelarnos a las correcciones que nos hace el Señor en nuestro diálogo personal con Él en la oración y examen de conciencia frecuente, o aquellas que nos llegan de de nuestra familia, amigos y compañeros, cuando están inspiradas en un Amor a Dios y a su voluntad.
Si así lo hacen, es porque buscan nuestro bien, pero… ¡Cuánto nos cuesta aceptar las correcciones que nos hacen! Debemos rezar mucho para alcanzar la humildad de saber aprender.
Abrazo a todos.
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Presbítero Daniel Cirrincione
El Padre Daniel desde hace 19 años es sacerdote en la prelatura del Opus Dei, y doctor en Derecho Canónico. Ha desarrollado una intensa y variada labor pastoral, con gente de toda condición, edades y situaciones.
Gracias por tan bella explicación de la palabra de Dios, pues me ayuda a enterderla de una manera fácil y sencilla, Dios los bendiga..
Gracias al Señor por todos sus dones. Bendiciones
Señor Amado, envíame tu Santo Espíritu para que con gran eficacia tenga la humildad para aprender a reconocer mis errores, corrija mi hipocresía y las formas inadecuadas de ofrecer mis servicios al Señor, para mejorar y obtener mi verdadera conversión, hacer trabajo digno para El que dio su vida en cruz por nosotros, para la gloria de Dios, Amén.
Dios mos bendiga a todos
AMEN