ORACION A SAN RAFAEL GUIZAR VALENCIA
PARA PEDIR POR LA SALUD DE LOS ENFERMOS
¡Oh Dios!, Que en San Rafael Guízar y Valencia, nos dejaste un modelo de solicitud para con los pobres y los enfermos.
Concédenos por su intercesión, que los enfermos que sufren en nuestras familias, obtengan la salud del cuerpo y del espíritu, dales fortaleza en sus sufrimientos y dígnate congregarlos en la vida de la Iglesia, mediante el testimonio de vida y acciones, para que como San Rafael Guízar y Valencia, hagan brillar la luz del Evangelio como una luz que lo haga deseable.
Te lo pedimos por tu Hijo Jesucristo, que contigo vive y reina, en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén.
LA VIDA DE SAN RAFAEL GUIZAR VALENCIA
El Obispo Rafael Guízar Valencia (1878-1938), fue canonizado en Roma por el Papa Benedicto XVI el domingo 15 de octubre, convirtiéndose en el séptimo Caballero de Colón, y el primer obispo/Caballero de Colón, que se declaró santo.
Otros seis Caballeros de Colón, que fueron martirizados en México durante la persecución de los años 1920 y 1930, fueron declarados santos de la Iglesia Católica por el Papa Juan Pablo II en el año 2000.
Rafael Guízar Valencia nació el 16 de bril de 1878 en Cotija de la Paz, Michoacán, México y fue ordenado sacerdote en 1901. Con el comienzo de la revolución de México en 1910, la persecución de la iglesia católica fue severa y Guízar se convirtió en un blanco muy especial debido a su franca defensa de la iglesia.
Se hizo parte de la resistencia, disfrazado de vendedor de bártulos, para continuar su labor como sacerdote. En 1915, cuando el gobierno Mexicano ordenó su muerte, dondequiera que fuera, se escapó a los Estados Unidos y prosiguió a Guatemala y Cuba para continuar sirviendo a la iglesia.
Mientras estaba en Cuba lo consagraron Obispo de Veracruz, México. El fin de la revolución le permitió regresar a México en enero de 1920 y se unió al Consejo 2311 de Caballeros de Colón en Jalapa, Veracruz el 16 de agosto de 1923.
Como obispo, fundó un seminario clandestino para entrenar a futuros sacerdotes y dijo que: “Un obispo no necesita tener una mitra, un báculo, o una catedral, pero no puede existir sin un seminario porque el futuro de su diócesis depende del seminario.”
El obispo Guízar Valencia fue forzado a dejar México una vez más en 1927 durante la persecución de la iglesia bajo el mando del Presidente Mexicano Plutarco Calles. Regresó en el año 1929, cuando la iglesia llegó a un acuerdo con el gobierno Mexicano, debido en parte a la exitosa intervención de Caballeros de Colón para hacer que el gobierno de los Estados Unidos participara activamente en la resolución del conflicto.
Al regresar a México, el Obispo Guízar Valencia continuó su ministerio y llegó a ser conocido como “el obispo de los pobres.” Murió de causas naturales el 6 de junio de 1038 y fue beatificado por el Papa Juan Pablo II el 29 de enero de 1995.
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