El Segundo Domingo de Pascua, la Iglesia celebrará la Fiesta de la Divina Misericordia, en la que todos nosotros recibimos la gracia de saber que Dios es misericordioso y nos ama a todos, y recordarnos las palabras que dijo a Santa Faustina: cuanto más grande es el pecador, tanto más grande es el derecho que tiene a Mi misericordia
“Deseo que durante esos nueve días lleves a las almas a la Fuente de Mi Misericordia para que saquen fuerzas, alivio y toda gracia que necesiten para afrontar las dificultades de la vida y especialmente en la hora de la muerte.
Cada día traerás a Mi Corazón a un grupo diferente de almas y la sumergirás en este mar de Mi Misericordia. Y a todas estas almas Yo las introduciré en la casa de Mi Padre. Lo harás en esta vida y en la vida futura. Y no rehusaré nada a ningún alma que traerás a la Fuente de Mi Misericordia.
Cada días pedirás a Mi Padre las gracias para estas almas por Mi amarga Pasión.
HOY ES EL PRIMER DÍA
“Hoy, tráeme a toda la humanidad y especialmente a todos los pecadores, y sumérgelos en el mar de Mi misericordia. De esta forma Me consolarás de la amarga tristeza en que Me sume la pérdida de las almas”
Roguemos para que Dios se digne mostrar Su Misericordia a toda la humanidad.
Jesús tan misericordioso, cuya naturaleza es la de tener compasión de nosotros y de perdonarnos, no mires nuestros pecados, sino la confianza que depositamos en Tu bondad infinita. Acógenos en la morada de Tu muy compasivo Corazón y nunca nos dejes salir de Él. Te lo suplicamos por Tu amor que Te une al Padre y al Espíritu Santo.
Oh omnipotencia de la Divina Misericordia,
Salvación del hombre pecador,
Tú eres la misericordia y un mar de compasión,
Ayudas a quien Te ruega con humildad.
Padre Eterno, mira con misericordia a toda la humanidad y especialmente a nosotros pobres pecadores que estamos encerrados en el Corazón de Jesús lleno de compasión, y por su dolorosa Pasión muéstranos Tu misericordia para que alabemos Tu omnipotencia por los siglos de los siglos. Amén.
Ahora rezamos la Coronilla a la Divina Misericordia
Comenzar con un Padrenuestro, Ave María y Credo, y luego, con la ayuda de las cuentas de un rosario:
– Al inicio de cada decena decir:
«Padre Eterno, yo te ofrezco el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu amadísimo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, en expiación de nuestros pecados y los del mundo entero.»
– Ahora rezamos diez veces esta oración:
«Por su dolorosa Pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero.»
– Al terminar las cinco decenas, repetir tres veces:
«Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, Ten misericordia de nosotros y del mundo entero».
Jaculatoria final:
«Oh sangre y agua que brotasteis del Corazón de Jesús como una fuente de misericordia para nosotros, en Vos confío«.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
Soy de bota fe la divina misericordia la ago siempre y cuando la rezo me siento alegre y feliz de poder contemplar a Jesús en su pasión. .me llena de paz..
La Divina Misericordia llegue al corazón de todos los hombres. Bendiciones querida hermana!
Devota de la coronilla de la divina misericordia
Bendiciones