EL PAPA CON FIEBRE DIO IGUAL SU HOMILIA

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Jueves 25 de Febrero 2016, Resumen de la homilía del Papa

EL PAPA CON FIEBRE DIO IGUAL SU HOMILIA

Jueves 25 de Febrero 2016, Resumen de la homilía del Papa:

En el Evangelio del día Jesús relata la parábola del hombre rico
que se daba grandes banquetes, y no se daba cuenta que, en su puerta, estaba un pobre llamado Lázaro, cubierto de llagas.

Si yo soy un cristiano en el camino de la mentira, solamente del decir, o soy un cristiano en el camino de la vida, es decir, de las obras, del hacer.

Este hombre rico, conocía los mandamientos, todos los sábados iba a la sinagoga y una vez al año al templo.

Pero era un hombre cerrado, encerrado en su pequeño mundo de banquetes, de los vestidos, de la vanidad, de los amigos, un hombre encerrado, en una burbuja, allí, de vanidad.

No tenía capacidad de mirar más allá de su propio mundo.

No pensaba, por ejemplo, a las necesidades de tanta gente o a la necesidad de compañía de los enfermos, solamente pensaba en él, en sus riquezas, en su buena vida. Recorría “el camino de la mentira”, porque “se confiaba solamente de sí mismo, de sus cosas, no se confiaba de Dios”.

Uno hombre que no ha dejado vida, porque solamente estaba cerrado en sí mismo. Y es curioso que había perdido el nombre.

El Evangelio no dice cómo se llamaba, solamente dice que era un hombre rico, y cuando tu nombre es solamente un adjetivo es porque has perdido, has perdido sustancia, has perdido fuerza:

“Éste es rico, éste es potente, éste puede hacer de todo, éste es un sacerdote en carrera, un obispo en carrera…”

Cuántas veces a nosotros nos sale nombrar a la gente con adjetivos, no con nombres, porque no tienen sustancia.

Pero yo me pregunto: ¿Dios que es Padre, no tuvo misericordia de este hombre? ¿No ha llamado a su corazón para moverlo? Pero sí, estaba en la puerta en la persona de aquel Lázaro, que sí tenía nombre.

Y aquel Lázaro con sus necesidades y sus miserias, sus enfermedades, era precisamente el Señor que llamaba a la puerta para que este hombre abriera su corazón y la misericordia pudiera entrar. Pero no, él no veía, solamente estaba cerrado: para él, más allá de la puerta, no había nada.

Estamos en Cuaresma y nos hará bien preguntarnos cuál camino estamos recorriendo:

¿Yo estoy en el camino de la vida o en el camino de la mentira? ¿Cuántos cerrazones tengo en mi corazón todavía? ¿Dónde está mi alegría: en el hacer o en el decir? ¿En el salir de mí mismo para ir al encuentro de los demás, para ayudar? ¡Las obras de misericordia, eh! ¿O mi alegría es tener todo arreglado, encerrado en mí mismo? Pidamos al Señor, mientras pensamos esto, sobre nuestra vida, la gracia de ver siempre a los ‘Lázaros’ que están en nuestra puerta, los ‘Lazaros’ que llaman al corazón, y salir de nosotros mismos con generosidad, con actitud de misericordia, para que la misericordia de Dios pueda entrar en nuestro corazón.

 

 

1 Comentario

  1. saNTO PADRE DESDE LUJAN LE PIDO QUE SE CUIDE RESO POR USTED QUE NUESTRA MADRE DE LUJA N LO PROTEJA Y CUIDE LO NECESITAMOS EN NUESTRA PARROQUIA RESAMOS POR USTED. SAN DEMETRIO . DIOS LO PROTEJA . EN ESTA SU MISION .

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