ORACION A NUESTRA SEÑORA DE ALTAGRACIA

Fiesta 21 de enero... Lee su oración

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Hoy 21 de Enero celebramos el día de Nuestra Señora de Altagracia, es la advocación de nuestra Santa Madre de República Dominicana cuya devoción es central en la vida de los dominicanos

Oh Madre querida, Virgen dulcísima de la Altagracia, Protectora de nuestro pueblo.

Míranos aquí, postrados en tu presencia, deseosos de ofrecerte el testimonio de nuestro amor y darte gracias por los innumerables favores que de tus manos hemos recibido.

Tú eres nuestra Abogada, y humildemente venimos a encomendarte nuestras necesidades.

Tú eres nuestra Maestra, y como discípulos venimos a aprender los ejemplos de tu santa vida.

Eres nuestra Madre, y como hijos venimos a ofrendarte todo el amor de nuestro corazón.

Recibe Madre querida, nuestras alabanzas y escucha atenta nuestras súplicas.

Amén

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HISTORIA DE LA ADVOCACIÓN

Nuestra Señora de Altagracia, es la advocación de nuestra Santa Madre de República Dominicana cuya devoción es central en la vida de los dominicanos

Es venerada en la Basílica a ella dedicada, que recibe aproximadamente un millón de peregrinos al año.

La advocación es venerada en una pintura que se dice vino de Sevilla en los primeros quince años del siglo XVI (entre 1500 y 1515).

La pintura representa el dogma de la «Maternidad Divina». María es la Madre de Dios. De allí el título de «Altagracia», porque la gracia más alta jamás otorgada a un ser humano es la de ser la Madre de Dios.

Desde hace 500 años Nuestra Señora de la Altagracia está intercediendo ante su Hijo Jesús por el pueblo Dominicano.

Son numerosas las familias dominicanas donde se cuentan testimonios de la intercesión de «Tatica», como llama el pueblo a la Virgen de la Altagracia.

Se han documentado muchos milagros por intercesión de Nuestra Señora de la Altagracia, el primer testimonio habla de tres milagros en el año 1569.

Su fiesta se celebra el día 21 de enero, en recuerdo de una misa solemne en agradecimiento a nuestra madre, que por su intercesión en el año 1691, que milagrosamente preservó a los voluntarios de Higüey y El Seibo en la sangrienta batalla de «La Limonade».

De la cuál todos volvieron a casa sanos y salvos sin rasguño alguno. ¡Era un milagro patente!

Desde entonces se ha celebrado la fiesta de Nuestra Señora de la Altagracia en el aniversario de este milagro.

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